Hay poco espacio en el mercado actual para el vendedor con gabardina que llega hasta tu puerta para venderte aspiradoras, libros o sistemas de alarmas. El consumidor actual se cierra a cal y canto cuando percibe que se le está intentando vender alguna cosa, por eso, si queremos llegar al nuevo consumidor hay que renovarse (o morir en el intento).
y cómo adaptarlas a tu estrategia de Marketing Digital.
Cada día aparecen nuevas estrategias para vender, todas con nombres rarísimos… neuromarketing, geomarketing o daymarketing… Porque las corporaciones han comprendido que si quieren permanecer competitivos en el mercado deben aplicar las técnicas que los usuarios exigen. El objetivo es el mismo (el que siempre ha sido) que nuestra clínica destaque en el sector y conseguir llegar a consumidor de forma más eficaz, pero centrándonos en el nuevo (y cada vez más preparado) usuario.
Las técnicas más novedosas nos alientan a personalizar nuestro producto, conocer a nuestro público y humanizar nuestra empresa, pero, ¿cómo conseguimos hacer todo ésto en marketing digital, en un medio, a priori, frío? ¿Cómo conseguimos emocionar y empatizar con nuestro cliente si no le ponemos cara, si no le tenemos “cerca”?
Contents
Inbound Marketing
Estas estrategias pretenden, a grandes rasgos, acercar al consumidor en lugar de ser nuestra marca la que llega hasta ellos. Al contrario que en el marketing tradicional, el inbound marketing quiere atraer a la persona, mostrarle lo que tiene para ofrecerle y terminar demostrándole que su solución es la mejor. Como un cortejo.
En el caso del marketing digital, contamos con muchas herramientas para poder realizarlo igualmente eficaz que si el negocio fuese físico, que si el contacto fuese directo. Evidentemente, hay que adaptar las técnicas, pero nada que no se pueda conseguir con originalidad y conocimientos de todo lo que internet nos ofrece.
Una buena estrategia en el campo de la salud y la belleza es contar con contenidos que agreguen valor a la vida de las personas. Ser capaces de convertirnos en un referente en el sector para generar así la confianza que nuestro potencial cliente precisa para visitarnos.
Deja de hablar y empieza a escuchar.
Vendedor de toda la vida, que habla, habla y habla. La gente, cuando alguien habla y, sobre todo cuando siente que le están intentando vender algo, se cierra. Es mucho mejor escuchar, por dos razones: en primer lugar es mejor escuchar porque el cliente se siente valorado. En segundo lugar, sólo escuchando sabremos qué necesita, y ¡nosotros podremos vendérselo!
Pon a disposición del usuarios canales de comunicación bidireccionales. ¡Y respóndele! No sólo es preciso que estos canales sean eficaces, de alguna forma, ellos tienen que percibir que estás al otro lado.
Para ello usa autobots:
¿Crees que estoy contradiciéndome? Que estoy hablando de que el usuario encuentre a alguien detrás y yo estoy aconsejando automatizar la comunicación… pero es que lo cortés no quita lo valiente, y me explico:
Automatizar una respuesta no tiene por qué estar reñido con humanizar tu negocio. Al tener respuestas automáticas, conseguimos que el consumidor sienta que está siendo escuchado. Un ejemplo de ésto lo hace Correos. Al escribir en su página de contactos, te envían un e-mail diciéndote que tu caso se resolverá cuanto antes.
Así es fácil que la persona se quede tranquila sabiendo que su pregunta ha sido recibida.
Al contrario, lo que me ocurrió buscando una clínica de fisioterapia… envié un e-mail solicitando información y no contestaron hasta el día siguiente. Conclusión, yo ya había pedido cita en otra que habían respondido…
Adapta tu discurso a sus necesidades.
Al escuchar al contacto, podrás observar cuáles son sus necesidades y, de esta manera, podrás ofrecerle una solución para las mismas. No estamos diciendo que mientas, sólo que no le vendas un perfume a alguien que lo que quiere es una crema hidratante. Conocer las necesidades del usuario es básico para poder adaptar tu forma de vender y el producto que le ofreces.
No sólo importa el contenido en estos casos, también la forma. Observar cómo el cliente es, cómo se comporta, cómo habla… es esencial para poder empatizar y dirigirte al mismo de una forma que no le resulte incómoda.
Para ello usa la segmentación:
Segmentar es dividir. Dividir el mercado de forma que nuestra estrategia sólo vaya dirigida a nuestro público objetivo y es que al final, llegar a las personas adecuadas es mucho más importante que llegar a muchas. Determinando tu buyer persona podrás establecer las características tanto geográficas como comportamentales del público al que quieres dirigirte.
Segmentar es una forma de ofrecer nuestra solución a la persona que potencialmente lo compraría con el consecuente ahorro de tiempo y recursos.
Dirígite a las emociones
Compramos más con el corazón que con el cerebro, ésto es un hecho que hace décadas que está demostrado, por eso es importante que consigamos impactar en la parte más emocional de las personas. Es cierto que hay sectores mucho más proclives a poder hacerlo que otros, pero no hay que olvidar que lo que hoy se busca, más que un producto, es un beneficio, por lo tanto, enfócate en difundir los mismos.
Las emociones se producen en la parte más primitiva del cerebro, en aquella que no ha sido “tamizada” por nuestro lóbulo frontal. Esto quiere decir que sólo disponemos de milésimas de segundos para provocar un sentimiento.
Para ello crea un buen diseño
La importancia de contar con un diseño corporativo propio es esencial para que tu marca sea reconocible. Elige colores que expresen la idea que tú transmites con tu negocio e intenta que queden asociados al mismo. Cuida el formato de tus fotografías y/o vídeos… No tiene sentido que sean imágenes mal cuidadas o de baja calidad si lo que queremos es mostrar nuestra profesionalidad ¿no crees?
Enseña
El consumidor de hoy en día es exigente y está muy (pero que muy) preparado. Ya no suele ser suficiente enseñar un producto para que lo compre, hay que añadirle valor al mismo. Una buena forma de hacerlo es despuntarse como referente del sector, es decir, que la clientela vea en ti a alguien en el que se puede confiar. La confianza sólo es posible transmitirla tras mucho tiempo de relación, por eso, es interesante estar presente en la vida del usuario, aunque ni siquiera sea aún cliente.
Ser capaz de estar cuando necesita una solución aumenta la probabilidad de que cuando quiera cerrar una venta referida a tu sector sea a tu marca a la que acuda.
Para ello crea tu propio blog
Contar con un blog o site es la mejor forma de no depender exclusivamente de las redes sociales. En tu pequeño rincón de internet podrás postear lo que quieras sin que tenga que atenerse a las políticas de otros.
Con un blog, las oportunidades de formar a tus usuarios se disparan. Intenta que se convierta en un lugar al que acudir ante cualquier duda del sector. Así, crearás una imagen cercana y experta. Piensa que, aun siendo una inversión de tiempo sin, a priori, conversiones, mejorar la imagen de marca, no tiene precio.
¿Quieres conocer más estrategias de marketing? Sigue leyendo en este artículo Cómo divulgar mi empresa ¡y diferénciate de tu competencia!
Y como siempre, cuéntanos con qué técnicas atraes y consideras eficaces para llegar hasta tu clientela.
Ya sabes que nos encanta leerte.