Veremos cuáles son los principales tipos de ventas existentes y qué debemos evaluar para elegir el modelo ideal para aplicar en nuestro negocio.
Independientemente del área de negocio que sea, siempre existe la necesidad de vender un producto o servicio a alguien. Cuando se trata de áreas en las que el ciclo de ventas es más prolongado, como el inmobiliario, este tema adquiere especial relevancia.
Por eso es tan importante saber cuáles son los tipos de ventas más comunes. De hecho, la característica de la venta influirá directamente en tu proceso operativo. De esta manera, será más fácil identificar la mejor estrategia de negocios y así obtener mayores ganancias.
Ventas directas
La venta directa es el modelo más tradicional de comercio. Este método se caracteriza por el contacto directo que se produce entre vendedores y consumidores, sin que esto implique, necesariamente, la existencia de una tienda o establecimiento comercial.
Las ventas directas se pueden realizar a través de llamadas telefónicas o en establecimientos físicos. Es una estrategia de ventas que permite una mayor flexibilidad horaria, además de permitir que el empleado ejerza otra actividad cuando no se está dedicando a esta tarea.
Este tipo de venta puede llevarse a cabo de varias maneras, como puerta a puerta, a través de catálogos y revistas o en eventos o ferias, directamente. La ventaja es que el consumidor tiene un contacto mayor y más personalizado con el vendedor, muy diferente de las ventas minoristas convencionales. Un gran ejemplo es la industria cosmética y de belleza.
Venta Atada
Este tipo de venta acontece cuando el vendedor estipula que la compra de un producto o servicio debe formar parte necesaria de una segunda compra. En caso contrario, la venta no se cierra. Es una estrategia que tiene como objetivo aumentar el ticket medio al ofrecer una cantidad mayor de productos y/o servicios al cliente, y así promover las ventas.
Una forma de hacerlo es a través de la creación de packs de productos o de ofrecer descuentos a partir de la segunda compra.
También se puede sugerir al consumidor la compra de un segundo producto o servicio que complemente al primero. Para hacerlo, tienes que mostrar con claridad resultados obtenidos y cómo el producto puede agregar valor a la vida del cliente. La idea es ofrecer un beneficio al consumidor, sin que él se sienta en la obligación de aceptar todo el pack contra su voluntad.
Venta consignada
Las ventas consignadas o ventas en consignación son un tipo de venta ampliamente utilizado por los fabricantes y distribuidores minoristas.
Este tipo de venta se refiere a la práctica de poner el producto o servicio a disposición del vendedor con la condición de que solo pague por lo que realmente vende. Por lo tanto, los productos que no se venden pueden devolverse sin cargo al vendedor. Por el contrario, el proveedor asume el riesgo de no vender los bienes, así como tener que asumir los costes, en caso de una posible devolución del producto.
El procedimiento se lleva a cabo de la siguiente manera: el proveedor establece una asociación con el comercio, de modo que se hace responsable de gestionar toda la negociación de los bienes.
Esta estrategia es bastante útil para las empresas que tienen un stock muy grande y una red de comercialización pequeña. En este sentido, la ventaja es poder usar a las personas que ya trabajan allí y los puntos de venta consolidados de otras empresas.
Además, la venta en consignación es una excelente estrategia comercial, ya que también aumenta la visibilidad de tu producto o servicio ante el mercado, ya que se presenta desde el punto de vista de otra empresa.
Ventas consultivas
Una venta consultiva presupone la existencia de un vínculo más estrecho entre el vendedor y el consumidor. En este contexto, el vendedor debe invertir en estrategias personalizadas con el objetivo principal de aproximar al cliente.
El vendedor actúa como un verdadero consultor. Para ello, debe estudiar las mejores estrategias de venta porque de esta forma las probabilidades de conseguir fidelizar serán mucho mayores.
En este sentido, el consultor tiene la función de estudiar la personalidad de la buyer persona de su negocio, incluidas sus preferencias, problemas, necesidades y expectativas. A partir de este diagnóstico técnico, será más fácil elegir la solución (producto o servicio) que mejor se adapte al perfil del consumidor.
Ventas corporativas
La venta corporativa se basa en el modelo de ventas del tipo B2B, o sea, entre empresas. Por eso, el procedimento es más largo, complejo, relevante y envuelve largas negociaciones con socios, gestores, representantes comerciales y financieros.
En este caso, la estrategia de ventas debe basarse en argumentos concretos, racionales y persuasivos, ya que los gerentes responsables del sector de ventas de la empresa que comprará los productos tienen experiencia en contratación y solo autorizarán la compra si identifican las ventajas de la misma. Para esto, el proveedor debe demostrar que su producto agregará valor y tiene el potencial de aportar ventajas respecto a los competidores.
Estos son los tipos de ventas más comunes que se pueden encontrar en el mercado. La elección del mejor modelo para aplicar en cualquier área de negocios dependerá de tus propios objetivos como proveedor. Por lo tanto, estudia tus estrategias y pon en práctica la que te brinde los mayores beneficios.
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