Estrategias de Marketing

Objetivos SMART

27 diciembre, 2019 |

¿Por qué nos resulta tan complicado llevar a cabo lo que nos proponemos?

Es muy común, casi imprescindible marcarse objetivos, metas que alcanzar a lo largo de nuestra vida.

¿Sabes cuántas de ellas terminamos cumpliendo?

Efectivamente. Tiende a 0.

¿Por qué? Las causas/excusas son variadas, y a veces hasta son verdad. Lo que en la mayoría de ocasiones también ocurre es que no establecemos buenas metas.

Qué son “buenas metas”

Nooo. No voy a entrar en cuestiones éticas, faltaría más, es más bien un tema operacional.

Una buena meta es aquella que está bien definida, que es realista y que puede ser alcanzada a través de un plan establecido

Es decir… casi siempre lo que hacemos es proponernos temas tan vagos como “aprender inglés” o “estudiar más”. Pero ¿Cómo podemos alcanzar esto? Es más… ¿Cómo podemos saber si lo hemos alcanzado? ¿Alguna vez se aprende el suficiente inglés? ¿Se puede siempre estudiar un poco más?

Objetivos SMART

La psicología me sirve normalmente para trabajar en marketing, pero es esta vez es el marketing el que me ha dado una lección de psicología, porque el establecimiento de objetivos smart, creados en un principio para gestionar proyectos, pueden ser llevados a cualquier área de nuestra vida. 

Por lo tanto, si quieres, de verdad de la buena, alcanzar tus metas de una vez por todas este año ¿qué te parece probar esta estrategia? Te aseguro que, por lo menos, estarás más cerca de conseguirlas.

Es más fácil cumplir un objetivo si este es:

(E)SPECÍFICO

Centrémonos. Un objetivo no puede ser vago o abstracto porque nuestro cerebro no lo tomará nunca en serio. Es imprescindible que definamos qué es aquello que queremos de la forma más detallada posible. Conocer el punto exacto al que queremos llegar nos facilita el plan a seguir. Algo tangible es mucho más cercano y consigue que todos nuestros esfuerzos se dirijan hacia el mismo. 

Además, así podremos proponernos sub-metas, pequeños hitos a alcanzar en periodos más cortos de tiempo.

El ser humano es muy corto placista. Por norma general, no visualizamos los beneficios (o daños) que un comportamiento nos puede traer a largo plazo. Por eso, dividir nuestro objetivo nos dará la oportunidad no sólo de actuar de forma inmediata, también de comprobar si las acciones que estamos llevando a cabo para conseguirlo están o no funcionando. 

MEDIBLE

Debemos poder analizar en términos cuantitativos nuestro objetivo. Así podemos revisar cómo están yendo las cosas mientras nos encontramos trabajando para conseguirlo. 

Ser capaces de establecer un número o un hecho que alcanzar nos aventaja en el sentido de que tenemos una meta específica y que esta puede ser modificada a lo largo del tiempo si somos conscientes de que no estamos yendo por el camino adecuado.

No es lo mismo “adelgazar” que “perder 5 kilos”, o “aprender inglés” que “aprobar el B2”. Nuestro cerebro trabaja mejor si aspiramos a algo concreto.

Ejercicio:

Intenta realizar, al menos, una acción diaria que te acerque a tu objetivo final. ¡Y recompénsate por ello!

ALCANZABLE/ REALISTA

La desmotivación suele ser unos de los principales motivos para desistir de nuestras metas. Puede pasar porque lo que nos propongamos sea excesivamente difícil para nuestra situación actual, o, directamente completamente inalcanzable.

Si nunca en tu vida has hecho deporte, difícilmente conseguirás ir todos los días al gimnasio durante dos horas. Incluso aunque quieras, a lo mejor no es factible por falta de tiempo. 

Por lo tanto, es primordial que nuestro objetivo anual sea coherente con nuestra realidad ya que lo único que conseguimos al proponernos metas muy ambiciosas es frustrarnos y abandonar.

¿Quieres decir que no puedo conseguir lo que me proponga? 

Bueno, al no ser Mr Wonderful puedo extenderme un poco más en la idea: puedes conseguir todo lo que te propongas, siempre que esto sea humanamente posible. Seamos honestos con nosotros mismos y vayamos pidiéndonos sólo aquello que podemos hacer. ¡Siempre habrá tiempo para elevar nuestras exigencias!

RELEVANTE

Una meta, para ser cumplida, tiene que significar algo para ti. Cuanto más importante sea el resultado para nosotros, más fácil será que trabajemos para conseguirlo. 

El objetivo a alcanzar tiene que estar alineado con nuestros valores, porque será la única manera en la que mantengamos la motivación.

Ejercicio:

Es fácil establecer metas y sentir mucha motivación al principio, pero es bastante complicado que se mantenga en el tiempo. Por eso: escríbete una carta. Escribe una carta a tu yo del futuro, a tu yo perezoso o cansado, recordándole lo importante que este objetivo es para tu vida y lo bien que te sentirás una vez lo cumplas. Piensa que esta carta es para ti, por lo que es recomendable ser lo más honesto posible (nadie mejor que tú conoce tus puntos flacos ¿me equivoco?)

TEMPORAL 

Ponte fechas límites. Es una forma de acabar con el “corto placismo” al que nos referimos anteriormente. Si sabemos que tenemos que conseguirlo antes de el día X, será mucho más probable que nos pongamos manos a la obra que si no contamos con un periodo determinado.

¿Recuerdas cuando estudiabas sólo el día de antes para los exámenes aunque siempre te proponías hacerlo desde el inicio del año?

Pues eso.

SMART(E)

Es muy común añadir alguna letra más (sólo echando un vistazo rápido por internet podremos comprobar que existen variaciones como SMARRT, SMARTA o SMARTER….) Así que yo me he tomado la libertad de añadir algo que es muy importante bajo mi punto de vista:

ENTORNO

Y cuando hablo de entorno me refiero tanto a la preparación del ambiente como a las personas que te rodean.

Planifica tu espacio y tu horario de forma que sea más sencillo que tu objetivo se cumpla. Es decir, que todo tu alrededor facilite aquello que quieres conseguir y que impida, siempre que sea posible, las acciones que no quieres repetir.

Esto no quiere decir que el hecho de que no tengas tabaco en casa vaya a obligarte a no fumar. Siempre podrás salir a comprar. Pero el hecho de tener que hacer una acción intermedia puede frenar y hacerte recapacitar sobre lo que quieres realmente hacer.

Y al contrario. Si quieres ir al gimnasio más seguido, configura tu entorno de forma que sea muy muy fácil para ti hacerlo. Busca uno que esté cerca, prepara ropa adecuada y busca a alguien con quien ir, por poner algunos ejemplos. 

También es muy importante que tengas cerca personas que te motiven y apoyen la consecución de tu objetivo.

En primer lugar, compartir con personas importantes para ti lo que quieres alcanzar te generará un compromiso “exterior” que a veces es más importante que el que tenemos con nosotros mismos (que no debería, pero así es). El orgullo que no quieres dañar al fallar delante de otros es un buen aliciente para seguir en momentos sin motivación. 

Tener una red de apoyo que consiga animarte y que refuerce el comportamiento que te acerca a tus objetivos es también muy importante. Al igual que ocurre con el entorno físico, estar cerca de personas que faciliten y alejarte de personas dificulten también es una buena estrategia. 

Los objetivos SMART nos sirven para ser más eficientes a la hora de conseguir lo que nos proponemos, tanto en nuestra vida personal como en los negocios. Tener un plan realista y específico será la mejor forma de llegar a nuestra meta.

Porque ya sabes:

“Si buscas resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo”

Albert Einstein

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