El avance tecnológico, especialmente en el campo de la Inteligencia Artificial (IA), está transformando nuestra interacción con el medio ambiente. Conoce más sobre los impactos de la IA en el ambiente, sus desafíos y las posibles soluciones para un futuro más sostenible.
Con cada día que pasa, sigo sorprendiéndome con el mundo de la tecnología, que ha llegado para cambiar la forma en que interactuamos con el medio ambiente.
Es precisamente porque sé que tengo mucho que aprender que busco continuar marcando presencia en eventos que permitan reflexionar un poco sobre este tema.
Fue lo que sucedió cuando estuve en la FEUP – Facultad de Ingeniería de la Universidad de Porto, donde se celebró el CESG (Congreso de Ingeniería de Servicios y Gestión). Fue una tarde altamente productiva en la que pude aprender mucho sobre la conexión entre Inteligencia Artificial & Sostenibilidad.
En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, es fácil maravillarse con las infinitas posibilidades que ofrece la Inteligencia Artificial (IA).
Sin embargo, detrás del deslumbrante telón de la innovación, surgen preocupaciones que no pueden ser ignoradas, especialmente cuando exploramos la crucial relación entre Inteligencia Artificial & Sostenibilidad, un tema esencial para el futuro de nuestro planeta.
Por ello, en este artículo les proporcionaré un viaje por el universo de la IA, donde exploraremos desde el consumo de recursos hasta las posibles soluciones para disminuir sus impactos en el ambiente.
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El precio oculto de la Inteligencia Artificial en la búsqueda de la Sostenibilidad
¿Otra sorpresa inteligentemente artificial? Cada día somos sorprendidos, incluso en los detalles más mundanos, por las curiosidades presentadas en el mundo de la tecnología.
¿Sabía que nuestras constantes interacciones con agentes de IA, como ChatGPT, pueden tener un costo elevado en términos de recursos hídricos?
¡Así es! Cada 10 a 50 prompts generados por IA pueden consumir hasta 500 ml de agua, dependiendo de la complejidad de las solicitudes realizadas y del lugar donde esté instalado el centro de datos.
Son datos como estos los que evidencian la urgencia de discutir la Inteligencia Artificial & Sostenibilidad.
Después de todo, la IA no solo consume nuestros datos, sino también agua, cada vez más escasa. Por eso, pregunto: ¿no será importante tener esta conciencia la próxima vez que no queramos esforzarnos por pensar?
Microsoft y sus piscinas olímpicas
A medida que avanzamos en el uso de la Inteligencia Artificial, debemos enfrentar también las cuestiones de sostenibilidad que implica.
Un ejemplo de esto es el sorprendente consumo de agua por centros de datos de IA, un aspecto esencial que trae a colación la necesidad de un enfoque sostenible.
Microsoft, por ejemplo, además de proporcionarnos experiencias tecnológicas increíbles, también podría apostar por un diferente modelo de negocio: el entretenimiento acuático.
Su consumo anual de agua sería suficiente para llenar 2500 piscinas de dimensiones olímpicas. ¿Quién sabe si no tenemos un competidor para próximo patrocinador de los Juegos Olímpicos?
Y como siempre hay alguien que puede hacerlo mejor, surge Google con un consumo 3 veces superior al de Microsoft. Parece que la competencia es real y transversal a diversas áreas.
Gran parte de este consumo está, efectivamente, dirigido a la manutención de los centros de datos responsables del desarrollo de herramientas de IA.
Los resultados extraordinarios están al alcance de todos y son indudablemente convenientes para el ser humano, pero debemos prestar atención a las proporciones que está tomando, pues el tamaño de estos números hace que se cuestione el verdadero precio de la innovación tecnológica.
Pero no todo es malo… Estas grandes empresas tecnológicas prometen, a medio plazo (hasta 2030, según Microsoft), reponer todos los recursos hídricos consumidos a lo largo de estos procesos.
Acciones como estas representan un paso significativo en la fusión entre Inteligencia Artificial y prácticas de Sostenibilidad.
La huella de carbono monstruosa de la IA
Pero, ¿será que solo debemos preocuparnos por el agua? ¿El resto del proceso es altamente sostenible al punto de hacer olvidar esta calamidad líquida? Vamos a anticipar la respuesta… ¡No!
¿Sorprendidos? Pues sí, las fuentes de energía utilizadas no son tan verdes como nos gustaría, pues los recursos naturales disponibles no son suficientes para atender la enorme demanda necesaria para la producción de IA.
Entonces, ¿hablamos de emisiones de carbono? El proceso de entrenamiento de un único modelo lingüístico para diálogos puede equivaler a cerca de 300,000 kg de CO2, subrayando la necesidad de desarrollar prácticas de IA más sostenibles.
¿Pero eso es mucho? Para poner este valor en perspectiva, imagine realizar 7500 vuelos entre Oporto y Lisboa. Es una huella de carbono que hace que cualquiera quiera esconderse de vergüenza y nos obliga a repensar cómo la Inteligencia Artificial puede ser desarrollada de manera más sostenible.
Y en el caso específico de ChatGPT, de OpenAI, en 2023, se produjeron 500 toneladas de dióxido de carbono para entrenar el modelo GPT3, valor este equivalente al emitido por un coche a gasolina que recorre más de un millón de kilómetros.
A esta altura, ya debe estar preguntándose: pero entonces, ¿por qué usar estas herramientas? ¿Será que el fin del mundo estará más cerca de lo que esperábamos y la IA será la responsable de tal catástrofe?
La IA: ¿Villana o heroína?
Pero no se preocupe, no todo son malas noticias. A pesar de todos los impactos ambientales negativos, los modelos de Machine Learning también pueden, y deben, vestir la capa de héroes ambientales.
Y es en este punto donde debemos enfocar nuestra atención: todo este esfuerzo tecnológico debería tener como objetivo principal mejorar las condiciones de vida de las personas.
Por ejemplo, a través de sistemas de IA, los órganos gubernamentales pueden monitorear y controlar áreas con alta incidencia de contaminación, implementando medidas preventivas para combatir este fenómeno.
Ya hemos visto el caso de capitales europeas que prohibieron la circulación de coches más contaminantes, en determinadas situaciones, en las zonas más susceptibles de la ciudad, contribuyendo, así, a una mejora del aire respirado.
En estos casos, el control de los vehículos circulantes podría ser efectuado por un sistema basado en IA.
Otro ejemplo de un impacto relevante a nivel social proviene de Portugal, donde una empresa municipal responsable por el abastecimiento de agua y drenaje de residuos, Águas de Gaia, realizó un estudio para comprender el impacto de la implementación de un sistema basado en herramientas de IA.
Para así, detectar fugas de agua en los sistemas de distribución, evitando desperdicios que, hasta la fecha, eran altamente complicados de rastrear.
También existen organizaciones que buscan utilizar estas tecnologías con el objetivo de optimizar el proceso productivo, como una manera de hacerlo más eficiente.
Así, la IA puede ayudar a las empresas a mejorar sus infraestructuras y operaciones, a través de la mejora de la eficiencia en la utilización de espacios, costos y energía.
El compromiso de E-goi con el ambiente
En E-goi, estamos comprometidos con la innovación y la sostenibilidad.
Optamos siempre por elegir el camino de la innovación y ponemos la tecnología más avanzada al servicio de nuestros clientes. A cambio, nos enfocamos en la utilización eficiente de las energías más verdes.
Utilizamos energías renovables para el mantenimiento de nuestros espacios, así como para garantizar la funcionalidad de las estructuras de informática fundamentales al desarrollo de nuestro producto.
Acciones que caracterizan una posición diferenciada en un mercado donde las empresas se preocupan, cada vez más, por las cuestiones ambientales y sociales (ESG). Reforzando, así, la posición de proveedor de confianza.
Además de esta preocupación a lo largo del proceso productivo, E-goi posee un SaaS (Software as a Service) que es capaz de ayudar a las empresas y entidades gubernamentales a implementar innovaciones tecnológicas.
En el caso de Águas de Gaia, por ejemplo, la plataforma E-goi podría ser utilizada para enviar automáticamente una comunicación al cliente siempre que se identifique una anomalía en el consumo de agua en una residencia.
Conclusión
Finalmente, es irónico pensar que, a pesar de todos los problemas planteados, este artículo fue escrito con el apoyo de Inteligencia Artificial.
Pero, incluso con la ayuda de la IA, el objetivo es claro: alertar a los usuarios sobre la importancia de un enfoque consciente respecto al impacto ambiental de la tecnología. Después de todo, incluso la IA puede necesitar una llamada de atención de vez en cuando.
Y así, terminamos este viaje por el mundo de la Inteligencia Artificial y su impacto en el medio ambiente.
Espero que podamos seguir adelante, abrazando la innovación, pero nunca perdiendo de vista el horizonte de la sostenibilidad, porque, quién sabe, la próxima gran invención podría ser tan ecológica como inteligente.
Por último, aquí está mi invitación para que descubra cómo las soluciones innovadoras de E-goi, alineadas con la Inteligencia Artificial & Sostenibilidad, pueden transformar y ayudar a su negocio a alcanzar no solo el éxito económico, sino también la responsabilidad ambiental.
Siéntase libre de aclarar cualquier duda con nuestro equipo.