Esta publicación quiere mostrarte que aumentar la productividad no es algo imposible; verás que no es necesario volverse un adicto al trabajo. ¡Sigue 7 técnicas que te ayudarán a sentirte más feliz y realizado en el trabajo!
Aumentar la productividad —y, como consecuencia, los ingresos— sin comprometer los plazos y la calidad del trabajo es el objetivo de cualquier profesional. Aun así, ¿cómo vas a combatir algunos hábitos equivocados, esquivar las distracciones del día a día y vencer la procrastinación?
¿Tu rutina está cada vez más saturada y el exceso de información, a veces, te lleva a pensar en varias cosas al mismo tiempo y a no concentrarte totalmente en algo? Ese es uno de los males del siglo XXI: la gente tiene esa dificultad y su consecuencia es el estrés y unos resultados que podrían ser mejores.
Esta publicación quiere mostrarte que aumentar la productividad no es algo imposible; verás que no es necesario volverse un adicto al trabajo. ¡Sigue 7 técnicas que te ayudarán a sentirte más feliz y realizado en el trabajo!
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1. Haz una lista y prioriza tus tareas
La organización es el secreto para aumentar la productividad. Programar tus actividades y tener control de cómo y cuándo realizarlas es una fabulosa manera para estar seguro de que las harás y de que habrá tiempo hábil para ejecutarlas en un único día.
Siendo así, el día anterior, haz una lista de tus principales obligaciones por orden de prioridad. Este es el momento en el que se debe reflexionar sobre la urgencia de cada una de ellas y organizarlas conforme a tus horarios.
Para ello, puedes utilizar plantillas, el bloc de notas del móvil o incluso una lista sencilla en una hoja de papel. Lo interesante es que, según vayas realizando cada tarea, puedas borrarla o tacharla.
2. Mantente alejado de cualquier distracción
Este truco puede parecer obvio, pero, muchas veces, no entendemos que la distracción puede ser, por ejemplo, nuestro móvil inocentemente colocado en nuestra mesa. Oír el sonido de un mensaje recibido por WhatsApp o la notificación de un vídeo nuevo en tu canal preferido en YouTube pueden ser otras formas de desconcentrarte de aquello que verdaderamente es necesario: tu trabajo.
Nuestra sugerencia es que desactives las notificaciones de las redes sociales y aplicaciones de tu móvil o, si no, simplemente desconecta el dispositivo mientras realizas una tarea que te demande una mayor atención. Sabemos que estas tecnologías están muy presentes y que son positivas en la vida de las personas, pero no van a hacer tu trabajo, ni tampoco harán que lo entregues dentro de un plazo.
Es necesario una buena dosis de disciplina y voluntad para entender que hay tiempo para todo. A fin de cuentas, nadie te está diciendo que no puedes ver tus correos o acceder a tus perfiles en Internet, solo que es más viable hacerlo en el momento adecuado.
3. Administra bien tu tiempo
Los profesionales de éxito saben administrar el tiempo que tienen. Además, entienden que esto es fundamental para el buen desempeño de sus funciones y para mantener una rutina más saludable. Por ello, es interesante que tú también perfecciones tu gestión de este recurso.
Una vez identificadas tus obligaciones diarias, intenta determinar un plazo para cada una de ellas, por muy sencillas que sean. De este modo, será más fácil que mantengas la concentración, porque la presión de una fecha límite sirve como motivación.
Otra sugerencia es evitar el «modo multitareas» y ejecutar cada vez una tarea. A veces, con la prisa de resolver todos los problemas, el ser humano tiende a sobrepasar sus límites y a hacer varias cosas al mismo tiempo. Esto es pésimo, ya que deterioras tu productividad.
4. Usa métodos que faciliten la producción
Si te parece difícil mantener una disciplina con relación a los horarios de tus tareas, debes saber que existen varios métodos que pueden facilitarte el trabajo. Aun así, recuerda: aunque sean fabulosas para ayudarte, esas estrategias solo funcionarán bien si van de la mano de tu esfuerzo y voluntad.
La más conocida es la Técnica Pomodoro, inspirada en aquellos relojes de cocina, en forma de tomate, que sirven para avisar sobre la cocción de los alimentos. Consiste, básicamente, en dividir tu tiempo en periodos de 25 minutos de trabajo y 5 minutos de descanso, y en cada 4 bloques de esos periodos —es decir, cada dos horas— se realiza una pausa mayor, de media hora. Fácil, ¿verdad?
Otra técnica que puede ayudarte en el aumento de tu productividad es la Matriz de Eisenhower, que sirve para definir qué tareas deben realizarse inmediatamente y cuáles pueden dejarse para más tarde. Para ello, se necesita definir cuáles son importantes o urgentes en una tabla con cuatro cuadrantes y un cuadrado. Mira:
- cuadrante superior izquierdo: importantes y urgentes, que necesitan realizarse primero;
- cuadrante superior derecho: importantes, pero no urgentes, y pueden fijarse para más tarde siempre teniendo en cuenta la fecha;
- cuadrante inferior izquierdo: no importantes, pero urgentes; es necesario delegárselas inmediatamente a alguien y supervisar los resultados;
- cuadrante inferior derecho: ni importantes ni urgentes, pueden; en muchos casos, dejarse de lado.
5. Ten una afición
Seguro que no te esperabas este truco, pero sucede que encontrar una tarea que te agrade en las horas libres ayuda bastante en el aumento de la productividad en el trabajo. Esto porque hacer algo por placer puede ser revitalizador y puede contribuir a que te olvides, por un momento, de los problemas.
Por lo tanto, busca una afición que te proporcione ligereza, relajación y diversión en tu rutina. Tener diariamente, o, por lo menos, semanalmente, alguna actividad que te haga feliz —como leer, escribir, pintar, practicar ejercicio físico o tocar algún instrumento musical, por ejemplo— además de proporcionarte momentos agradables, también mantiene el cerebro en funcionamiento, y aumenta el rendimiento mientras trabajas.
6. Mantén una alimentación saludable
¿Cómo es tu alimentación? ¿Sabías que esto incide en el resultado de tu trabajo? Por ejemplo: el consumo excesivo de café, contrariamente a lo que muchos piensan, puede ser perjudicial, pues puede provocar fuertes dolores de cabeza y agitar demasiado a la persona, de modo que esta no sea capaz de concentrarse en lo que es importante.
Otra sugerencia es beber mucha agua, dado que un organismo hidratado garantiza que el cerebro razone mejor. Además, no dejes de comer mucha fruta y verduras, dales preferencia a los alimentos ligeros, ricos en fibras y proteínas, y evita los pesados, cuya digestión requiere mucha energía de tu cuerpo.
7. Evita el exceso de perfeccionismo
Recuerda: por un trabajo no puedes perder tu mérito si este no resulta completamente perfecto; por lo tanto, no te obsesiones. Dar siempre lo mejor de uno es magnífico, pero es necesario pensar con los pies en la tierra cuando fijamos metas y objetivos; nunca debemos buscar resultados inalcanzables.
Tampoco pierdas tiempo buscando o rebuscando fallos y defectos, pues, poco a poco, tu ánimo se agotará y tu productividad caerá considerablemente. Por el contrario, ponte las pilas y lucha. Ya sabes dónde está el fallo; entonces trabaja para mejorarlo, y no seas injusto contigo mismo, con tu negocio, ni con la situación como un todo.
Siguiendo esas 7 técnicas eficaces para aumentar la productividad, estarás preparado para hacer un excelente trabajo y conseguir resultados increíbles en tu negocio, pues las distracciones y la procranistración no volverán a ser problemas en tu día a día.
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